domingo, 22 de marzo de 2009

MIS CATECUMENOS DEL AÑO 2008 EN LA MISA DE LA PRIMERA COMUNION DE ELLOS.

Este fue uno de los momentos mas lindo sde mi vida, pues no era cualquier cosa, era la PRIMERA COMUNION DE MIS PRIMEROS CATECUMENOS, fue bien emocionante para ellos y para los tres catequistas o sea Franklin, Jacky y su servidor Miguel.

¡Adóralo por la poesía; por la alegría y el dolor!
La alegría de dominar el azul y el oro, la eterna morada,
porque en palabras se encarne el gozo, el gran ardor,
porque recoges esta madurez, esta cosecha segada.
El dolor es la tristeza vespertina de expresiones inefables,
cuando con el éxtasis ondeante nos abraza la Belleza,
Dios se inclina hacia el arpa ?mas el rayo se quiebra
en la vertiente rocosa?, las palabras no tienen fuerza.
Faltan las palabras. Soy como un Ángel caído,
una figura en un pedregal, en un pedestal de mármol;
Tú le insuflaste nostalgia a la figura y brazos esculpidos,
por eso se alza, desea. De estos ángeles soy.
Y aún Te adoraré, porque en Ti está la hospitalidad,
premio por cada canto, el día de la idea santa
y la alegría ?vuelta canto del himno a la maternidad,
y la palabra silenciosa de fidelidad?. ¡Elí más cabal!
Sé bendito, Padre, por la tristeza del ángel,
por la lucha del canto contra la mentira, combate inspirado del alma
y aniquila en nosotros toda la mezquindad de la palabra,
quebrántala, y la forma, como a un hombre mentecato que se jacta.
Ando por tus caminos ?yo, el trovador eslavo?.
En solsticios toco música a muchachas y peones,
pero el canto de mi oración, con tonos modulados,
lo arrojo a Ti Único, a Ti en el trono de roble.
¡Sea bendito el cantar entre los cantares!
¡De mi alma y de la luz, benditos sean los sembrados!
¡Adora, alma mía, a Él, quien cubrió con creces
mi espalda con el terciopelo y el raso de los potentados!
Bendito tallador de santos, eslavo y profeta,
?apiádate de mí? soy recaudador de impuestos inspirado.
Adóralo, alma mía, con canto, cercana es la meta,
para que el himno quede sonoro y consumado.
Y que el himno sea: ¡Poesía! ¡Poesía!
La semilla añora como el alma que sufre brechas,
mis caminos sean sombreados de robles y acacias,
para que agraden a Dios las juveniles cosechas.
¡Libro Eslavo de Añoranzas! Al final sigue resonante,
como de coros de Resurrección, la primaveral música,
con el canto santo y virgen, con la poesía prosternante
y con el himno de humanidad, el Divino Magníficat.

1 comentario:

mirna dijo...

STA MUY ORIGINAL TU BLOG EN LO PERSONAL ME GUSTO MUCHO DIOS T BENDIGA T KIERO MUCHO